No es solo un remo. Es memoria tallada.
Una miniatura de un mundo que se desplaza en armonía con las aguas.
En la cultura Wai Wai, el remo es más que una herramienta:
es extensión del cuerpo,
puente entre orillas,
traducción del movimiento ancestral.
Aquí, en su forma reducida, no solo lleva ligereza —
lleva la sabiduría de un pueblo que sabe a dónde va
porque nunca olvidó de dónde viene.